Existen varias señales que pueden indicar que la pantalla de tu televisor necesita ser reemplazada. Algunas de las más comunes incluyen:

• Roturas: si la pantalla tiene grietas evidentes debido a golpes o caídas, es probable que sea necesario cambiarla, ya que estas roturas suelen ser irreparables y pueden afectar el funcionamiento del televisor.
• Líneas verticales u horizontales: la aparición de líneas de colores o negras que atraviesan la pantalla puede ser señal de un daño interno en el panel. Este problema no suele solucionarse con un reinicio o ajuste de configuración.
• Píxeles muertos o manchas: si observas puntos negros (píxeles muertos) o manchas de color que no cambian ni desaparecen, esto puede indicar un problema con los píxeles del panel, especialmente si las manchas crecen con el tiempo.
• Parpadeo constante: si la imagen parpadea o se atenúa de manera intermitente, el problema puede estar relacionado con la pantalla o con los circuitos internos asociados al panel.
• Ausencia de imagen, pero con sonido: si tu televisor enciende, emite sonido, pero la pantalla permanece negra o muestra solo destellos de luz, podría ser un fallo en el panel o en los componentes asociados.
• Colores distorsionados o apagados: si los colores en la pantalla se ven anómalos (por ejemplo, todo aparece en tonos verdes, azules o amarillos) o los niveles de brillo y contraste son notablemente deficientes, la pantalla puede estar dañada.

Para asegurarte de comprar el repuesto adecuado, necesitas recopilar la siguiente información sobre tu televisor:

• Marca y modelo exacto del televisor: suele estar indicado en una etiqueta en la parte trasera del aparato o en el manual de usuario. Ejemplo: "Samsung QLED Q60T 55 pulgadas".
• Número de serie: identifica el lote específico de fabricación y puede ser necesario para verificar compatibilidad en algunos casos.
• Código de la pantalla o panel original: este código está generalmente impreso en la parte trasera de la pantalla dañada. Si no puedes acceder a esta información, consulta con el servicio técnico o el fabricante.
• Tipo de pantalla: indica si es LCD, LED, OLED, QLED u otra tecnología. Esto afecta tanto a la compatibilidad como al precio.
• Tamaño de la pantalla: especifica las pulgadas diagonales de la pantalla.
• Resolución: determina si la pantalla es Full HD, 4K, 8K, etc. Es fundamental que coincida con el repuesto.
• Conector de cable y modelo de tarjeta T-Con: algunos modelos requieren detalles sobre el tipo de conector o la tarjeta controladora de la pantalla.